Willie Colón partió, en su primera aparición pública luego de llegar a Chile, hablando de los mineros y mostrándose contento por lo mismo que todo el mundo está contento: el final feliz de esa historia. El astro de la salsa dio una rueda de prensa con motivo de su show el pasado sábado 16 en el Teatro Caupolicán y ante todo manifestó su intención de que esta sea la mejor visita que haya hecho al país.
El músico de 60 años, padre de la salsa “dura” y artífice del éxito de Héctor Lavoe y Rubén Blades, entre otros, una verdadera leyenda del género, está en Chile por tercera vez. La primera fue en 1989 y la segunda en el Festival de Viña del Mar en 1994, en una desafortunada ocasión donde el “Monstruo” lo pifió porque esperaba a otro grupo esa noche. Él mismo recuerda con humor ese paso en falso, pero ahora está dispuesto a la reivindicación que merece un genio de su talla y eso es lo que quiere ofrecer.
Colón habló además de la evolución de la salsa y el estado actual, el cual no le parece muy auspicioso
También alabó al país entero por el proceso que todo el mundo pudo ver: “La salsa del 2010 la mayor parte está situada en el salón de conferencias de las corporaciones. En verdad, es un producto muy fabricado y premeditado. Las corporaciones son muy conservadores y eso va contra los principios y esencia de lo que debe ser la salsa”.
“Como el negocio está tan mal, quieren controlar todo y quieren meter sus canciones. Y casi todo el concepto es más de lo mismo, baladas refritas y nadie hace comentarios sociales ni se atreve a ofender a nadie. Son todos sus artistas y no quieren poner a competir a uno contra el otro porque ellos pierden. La salsa de los 70 era una competencia feroz, los grupos todos luchando por ser el más diferente”, agregó.
También tuvo la oportunidad de compartir con algunos fans y hasta se llevó un vino chileno de regalo.
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